El sello personal: el principal tesoro de la empresa

Poniendo en valor las fortalezas y las cualidades de las personas y de los equipos

La manera de realmente diferenciarnos en un mundo tecnológico es mediante más humanidad, tanto empresas como personas. Un sello personal que tiene que ver más con cualidades personales, con nuestras fortalezas y de conectar con nuestro corazón y aprender a sentir cómo somos realmente. Así como no hay seres humanos con el mismo ADN, ni con los mismos latidos de corazón, ni con las mismas huellas dactilares, tampoco los hay con la misma combinación de fortalezas, talentos y habilidades.

Nuestras fortalezas o cualidades personales son vitales para emprender un proyecto, a la hora de enfocar o redireccionar nuestra carrera profesional, de acometer desafíos y de diferenciarnos en cualquier cosa que hagamos. Tienen muy directamente que ver con nuestra esencia como personas y como equipos.

Y se habla muy poco de ellas.

En comparación, se habla muchísimo de evaluaciones de desempeño, de conocimientos y de habilidades y talento, de actitud, de tests de personalidad y de un sinfín de conceptos afines. Sin olvidarnos de uno de los campos estelares de las últimas décadas, que es el de las competencias necesarias para una responsabilidad en la empresa, para desarrollar un determinado puesto de trabajo o para promocionar.

Las competencias son un repertorio de comportamientos que están causalmente relacionados con una buena o excelente ejecución de un trabajo concreto en una organización concreta. Estos comportamientos son el resultado del funcionamiento integrado de un conjunto de conocimientos, de tipo conceptual, de procedimientos o de técnicas, de habilidades, actitudes y rasgos de nuestra personalidad.
Son pues estáticas. Si el contexto, empresa o entorno cambia rápidamente, hay que revaluarlas, ya no son válidas.

Pero, ¿En qué mundo vivimos hoy? ¿Cuán estático es? 

Vivimos en mundo donde todo cambia más y más rápido, exponencialmente, sobre todo debido a la tecnología. Se abren grandes oportunidades, pero también muchas posibilidades de perdernos.

Estamos un poco perdidos, no tenemos nada contra lo que rebelarnos, tenemos demasiado entre qué elegir y entre tanto elegir nos pasamos el tiempo dilucidando el camino correcto

Emma Wattson (actriz)

Y podríamos añadir: “nos pasamos el día viendo cómo podemos diferenciarnos en lo que hacemos, vendemos u ofrecemos, focalizándonos en idear cosas y maneras para captar la atención, pero al final la tecnología nos iguala.”

La tecnología nos hace a todos más iguales. Nos aplana: iPad, iPhone, Android, blogs, websites, newsletters, Twitter, Facebook, Instagram, canal Youtube… Cada herramienta está disponible para todo el mundo y pueden ser más de lo mismo. También pueden ser una herramienta muy poderosa para la creatividad y aprendizaje, pero sólo si están al servicio de lo que queremos y sobre todo de quienes somos.

En un planeta que se acerca a los 8.000 millones de personas, que para cuando los jóvenes que acceden ahora al mercado laboral estén en plena carrera profesional será de 9.000 millones y sin perspectiva de detenerse hasta alcanzar los 10.000 y donde a diferencia del pasado la inmensa mayoría dispondrán de internet, móviles y acceso a la formación, diferenciarnos y ofrecer valor hace más y más importante identificar nuestras cualidades más humanas.

El sello personal de las fortalezas

Cuando las cosas cambian, cuando hay muchas personas que intentan hacer lo mismo, cuando hay dificultades, lo que nos da energía, valentía, coraje, resistencia, vigor y nos sale bien en situaciones concretas de la vida, son las fortalezas.

Una fortaleza se puede definir como un rasgo personal, una característica psicológica que se presenta en situaciones distintas y a lo largo del tiempo que nos hace sobresalir, ser diferentes que los demás en esas situaciones, circunstancias o entornos. Las fortalezas son rasgos morales (son un valor + una capacidad ) y pueden entrenarse y mejorarse con voluntadMartin Seligman, fundador de la Psicología Positiva, ya nos habló hace años de ellas, pero habían  caído en desuso.

La fórmula

Va a ser difícil que te contestes claramente cuáles son tus fortalezas personales o las que tenéis como equipo. Pero puedes empezar con una serie de preguntas exploratorias:

  • ¿Qué se te da bien hacer?
  • ¿Qué tipo de habilidades disfrutas poniendo en práctica?
  • ¿Cómo te describen los demás?
  • ¿Hay algún adjetivo que los demás utilicen a menudo para referirse a ti?
  • Si tuvieras que decir tres cualidades buenas que posees, ¿Cuáles dirías?

Conectar con nuestras fortalezas y cultivarlas en todo lo que hagamos nos ayuda a diferenciarnos y a dotar de un brillo especial a lo que hacemos, a nuestros talentos y habilidades e incluso nos ayuda a poder identificar esos talentos y habilidades  si estaban ocultos (desconocidos). Y cuando mejor conozcamos nuestras fortalezas, más podremos usarlas y mejor afrontar los desafíos.

Artículo elaborado en el marco de la colaboración de Propósito&Compromiso con @nextinbeauty y @beautybusinessschool donde allí encuentras también el artículo

https://www.nextinbeautymag.com/es/personas/sello-personal-principal-tesoro-empresa_349_102.html

https://beautybusiness.school/el-sello-personal/

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