La revolución consciente de la inclusión de género en las empresas

Este verano la AOM (Academia Americana de Management) ha dedicado su jornada anual a las organizaciones inclusivas y el tema de género ha sido uno de los pilares. Se intensifican los foros de trabajo y las noticias sobre los temas de género en el mundo laboral.

Otro ejemplo: Telefónica este mes de agosto acaba de comunicar que han decidido vincular el bonus de sus directivos al número de mujeres que logren incluir en sus equipos. Ésta es sin duda una medida más que discutible, pero arroja luz sobre la importancia que tiene el tema en términos de igualdad y justicia social y sobre los diferentes tipos de abordaje posibles.

Desde el punto de vista de la empresa, el Propósito último de la inclusión de hombres y mujeres desde la Consciencia es el impulso auténtico de la diversidad, de lo masculino y lo femenino, para enriquecer al máximo el talento y las capacidades de la empresa. Este impulso es efectivo y diferencial cuando hombres y mujeres sienten un reconocimiento entre ellos, un respeto, una apreciación y un agra­decimiento e incluso admiración por las contribuciones del otro. Esto es muy ambicioso y dista mucha de la situación actual en la mayoría de casos, puede sonar a idílico e incluso a sueño idealista, pero empresas que lo logren serán sin duda las empresas líderes.

El mundo VUCA exige un aumento combinado de flexibilidad, de agilidad y rapidez de acción y de foco y de creatividad. Todo ello es una amalgama de masculinidad y feminidad y que se alcanza en proporción a la capacidad de las personas de las organizaciones para potenciar y equilibrar los dos hemisferios cerebrales.

Cuando incluimos los géneros desde la Consciencia estamos trabajando con el equilibrio de los dos hemisferios, el de la mujer que es más consciente y creativo y el del hombre que es más de acción y enfoque, lo que nos permite crear equipos mutidisciplinares de alta resolución.

La integración de los hemisferios ha de ser a través del corazón (que es conectivo), mientras que la mente es dual.

“La Inteligen­cia de Género es la capacidad de comprender las diferencias entre mujeres y hombres. Nos permite comprender las contribuciones que tanto mujeres como hombres traen el lugar de trabajo. En esencia, es una abreviación para la noción de que “las grandes mentes piensan diferente” (integran las diferencias entre mujeres y hombres). Igualdad no significa lo mismo y confundir los dos es una fuente importante del malentendido y derroche de talento. “-Barbara Annis- CEO Gender Intelligence

Durante la Revolución Industrial existían muchísimas brechas entre género masculino y femenino, sobre todo a nivel social y cultural, pero a nivel económico la brecha de género dentro de la clase trabajadora no fue tan grande debido a que la retribución era por unidad producida.

Curiosamente, en la Era de la Información se incrementó la brecha salarial debido al muy impor­tante incremento de los trabajos administrativos que requerían de un “presentismo” en la oficina y que ha redundado en desventaja para las mujeres debido a que han dedicado muchísimo más tiempo a la familia y al hogar.

Actualmente, en la Era del Conocimiento, las condiciones de trabajo se han ido transformando radicalmente y en gran parte debido a la tecnología existen condiciones muy favorables a impulsar exponencialmente la eliminación de la brecha de género.

La llamada “integración” de mujeres y hombres en las empresas se está acometiendo sobre todo a nivel regulatorio o normativo y con el impulso de políticas internas, de cuotas y de transparencia. Esto ha sido y es muy importante como punto de partida para empezar a acortar brechas, pero se ha demostrado que es a todas luces insuficiente. De hecho, en muy distintas parcelas de la vida podemos observar que están aconteciendo importantes rebrotes de machismo, incluso entre los jóvenes, y también importantes eventos de confrontación de sexos a nivel social. Esto sucede como consecuencia de actuaciones en modo “piloto automático”, cuando las personas reaccionamos con miedo a los cambios y a la amenaza de perder ventajas y prerrogativas e intentamos defendernos como instinto de supervivencia. En “piloto automático” no hay Consciencia y dejamos que nuestro cerebro guíe nuestros pensamientos, actuaciones y emociones.

Hemos de ser conscientes de que para que el enfoque de inclusión de género pueda ser implantado con éxito, se necesita la implicación activa de toda la plantilla. Y debe ser no sólo un objetivo, sino un propósito y uno de los pilares de la mejora global de la organización.

Las empresas que logren, mucho más allá de una integración de la mujer en condiciones igualitarias, una verdadera inclusión sin fisuras de mujeres-hombres, serán organizaciones líderes y ganadoras. Integrar representa crear subconjuntos, aunque lleguen a ser del mismo tamaño. Incluir significa “ser parte de” y elimina las brechas de género. Las empresas que son conscientes de este futuro empresarial favorecen, atraen y retienen a los mejores talentos como resultado de sus “valores inclusivos”.

Se necesita un trabajo consciente y real que conecte no sólo la mente, sino también el corazón de las personas y con la implicación de todas para que esta inclusión de género sea efectiva.

«La Neurociencia y la Neurobiología, así como la Epigenética, están aportando nuevos conocimientos sobre las diferencias genéticas y del cerebro entre mujeres y hombres, pero también sobre cómo el entorno y la Consciencia pueden influir y moldear nuestros pensamientos y comportamientos.»

Así pues, partiendo de una base normativa y reguladora de políticas de más igualdad entre géneros, si aumentamos los niveles de Consciencia en la organización podemos lograr un avance mucho más rápido y efectivo de la inclusión de géneros. Si aumentamos los niveles de Consciencia en la organización podemos lograr un avance mucho más rápido y efectivo de la inclusión de géneros.

«Si aumentamos los niveles de Consciencia en la organización podemos lograr un avance mucho más rápido y efectivo de la inclusión de géneros»