Absolutamente todos somos importantes en la empresa y no es solo una frase bonita

La Gestión Consciente del Tiempo en la empresa es la que posibilita y potencia que absolutamente todas las personas de la empresa sean importantes y que lo sientan de este modo.

Esto además de ser muy potente y de mejorar la efectividad personal y del equipo, mejora en mucho el compromiso (“engagement”), lo cual es tangible y medible.

Tiene esta capacidad de empoderar y de hacer sentir importantes a las personas y equipos porque posibilita 3 grandes cosas:

1-  Conexión con las emociones y no caer en el yugo de la ansiedad y frustración

La Gestión Consciente del Tiempo permite que la mayoría de personas nos empoderemos, seamos más efectivas y no caigamos fácilmente en el yugo de la ansiedad y la frustración que puede generar el hecho de ir corriendo siempre detrás de algo que se escapa constantemente, de las exigencias de cambios de agenda, de objetivos y de planificación, dictados por los imprevistos. O lo que es casi peor, estar constantemente esperando en la incerteza a que se defina un futuro que nunca acaba de llegar,

Al ser más conscientes de las emociones que nos generan las tareas que son necesarias para cumplir con nuestra responsabilidad y también de las que nos generan los cambios y las incertezas, nos podemos relacionar de una forma mucho más amable con nosotros mismos y con los demás y entonces seremos más efectivos. Ser y sentirnos más efectivos nos empodera.

2-  Conectar con nuestra contribución al equipo y a la empresa

La Gestión Consciente del Tiempo nos permite, en paralelo a la gestión de los objetivos, conectar con lo que es nuestra aportación/contribución individual al equipo, a la empresa y a su propósito y a sus valores. Por tanto, potencia el sentido de empresa y nos permite vivir y trabajar sintiéndonos más útiles y efectivos. Además de ser algo que nos retroalimenta diariamente y nos permite estar muy conectados con el trabajo y la empresa, cuando surgen grandes dificultades o crisis es lo que nos permite reconectarnos con muchas más facilidad. No minimicemos ninguna de las contribuciones de las personas y no permitamos que nadie lo haga en la organización. Formar parte de un proyecto común y contribuir aunque sea de una manera pequeña y tangencial es importante. Tomar consciencia de esto nos permite valorar a todas las personas y a nosotros mismos en función de que obedecemos a un plan más grande, empoderarnos y hacer que seamos mucho más efectivos.

3- Capacidad de combinar gestión de objetivos con exploración de mejoras y oportunidades

La Gestión Consciente del Tiempo posibilita el que todas las personas podamos combinar en nuestra área de responsabilidad, por pequeña que sea, la gestión de objetivos y de resultados con la exploración continua de mejora y de oportunidades. Y vernos capaces de ello también nos empodera debido a la componente creativa o emprendedora que representa y al sentimiento que genera de que estamos aportando más valor. Según los expertos, éste es el gran déficit que tienen las empresas en pre-Covid19 a la hora de innovar, que el día a día se “come” el tiempo para innovar y que solo unas cuantas personas pueden realmente a hacerlo. Dotar de esta habilidad a los equipos es claramente una ventaja competitiva, ahora si cabe aún más importante que nunca, porque las aportaciones de todas las personas de la empresa son de vital importancia. Cualquier pequeño detalle relacionado con el mercado, con el servicio, con un proceso defectuoso etc puede ser de vital importancia detectarlo a tiempo.

¿Qué tienen en común estos 3 motivos?

 1-   Empoderan a las personas y a la totalidad del equipo.

2-   Están relacionadas con potenciar más el hemisferio cerebral derecho

Me explico ahora mismo! 

 Esto ya nos lo decía el gran S. Covey, autor de los best-sellers de “Los 8 hábitos de la gente altamente efectiva”: “que la administración del tiempo tiene que estar liderada desde el hemisferio derecho”

Gestión del tiempo por objetivos es la administración, el análisis, la secuencia, la programación de los eventos y es asunto del aspecto cerebral izquierdo, el más racional y analítico y el que más ha sido potenciado por el sistema educativo y el mundo de la empresa. Hasta ahora.

 Pero la máxima de la efectividad personal, ya nos lo decía S. Covey, es “administra desde la izquierda, lidera desde la derecha”.

 “El liderazgo decide que es lo primero y la administración le va asignando el primer lugar día a día, momento a momento, es la disciplina, la puesta en práctica“

Stephen Covey

El hemisferio derecho es el creativo, permite mejor visualizar, sintetizar y trascender el momento presente, es capaz de establecer prioridades más flexibles, más conectadas con la idea de misión personal, con lo que es la contribución de nuestro trabajo a la empresa y con los valores y permite organizar el trabajo de manera que sea congruente con las cosas importantes.

¿Qué implica el hecho de que tenemos que potenciar el hemisferio derecho?

Implica, dicho de la forma más directa y sencilla posible, que hay que trabajar algunos asuntos que no ha potenciado la educación tradicional. Por ejemplo, algunas de las metodologías con bases científicas que nos van a ayudar a ello son el Mindfulness Business específicamente adaptado a equipos y la Inteligencia del Corazón y la Coherencia Cardiaca que nos van a proporcionar los recursos para lograr integrar esa gestión Consciente del Tiempo.

La potencia intelectual del genio de Einstein se refleja sobre todo en la simplicidad de algunos de sus pensamientos y que nos van como “anillo al dedo” para describir esta situación: 

“Hay que hacer cosas distintas para obtener resultados diferentes” o “No podemos resolver un problema desde el mismo nivel de conciencia en que fue creado”.

Seguir gestionando el tiempo primando por encima de todo el hemisferio izquierdo, el más racional y analítico, no solo es un error que nos va a hacer ser menos y menos efectivos a medida que se aceleran los cambios y acrecientan las incertezas, sino lo que es peor, irremediablemente nos tiene que conducir a experimentar más ansiedad y frustración.